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Pride 2016 | Jornadas Trans: euforia de género

@nat_bcn7 | Como ya muchos sabréis, el Pride Barcelona de este año está dedicado principalmente a la comunidad transexual. Dentro de las siglas LGTB, la transexualidad es la que todavía ha de afrontar más problemas y más retos. Es por ello que hay enmarcadas diversas actividades relacionadas con la transexualidad dentro del programa del Pride 2016. Entre ellas, la Jornada Trans sobre la diversidad, los nuevos desafíos y su abordaje, a la que Gaycelona asistió.

 

Disseny Hub Barcelona, jueves 7 de julio a las 18 horas. Un auditorio con muchas caras expectantes. En su mayoría, personas transexuales que acuden a escuchar sobre temas que han tocado de cerca alguna que otra etapa de sus vidas. La sociedad piensa que ya sabe lo suficiente, o incluso todo, sobre el colectivo trans. Nada más lejos de la realidad. Hace muy poco tiempo que está haciéndose más visible la transexualidad en menores. La sexualidad, más o menos tardía según el caso, no se empieza a desarrollar plenamente hasta cierta edad. Sin embargo, la identidad es algo que muchos niños tienen claro desde muy, muy pequeños.


Es por ello que la ponencia la desarrollaban diversos miembros de Chrysallis, la Asociación de Familias de menores transexuales. Acompañados, además, de un padre. Un padre de una niña transexual, que venía con la voluntad de explicar se historia, su proceso, su evolución como padre. Y sobre todo sus reflexiones. Natala Aventín, presidenta de Chrysallis Aragón y Chrysallis a nivel estatal, Saida García, presidenta de Chrysallis Madrid y David Tello, presidente de Chrysallis Catalunya fueron los encargados de explicar la historia de la organización. Aunque sólo lleva 3 años activa, Chrysallis ha conseguido que cientas de familias de todo el territorio se unan a la asociación, ofreciéndoles ayuda, asesoramiento y apoyo. Además, han luchado por promover diversas leyes en favor del colectivo transexual.


Natalia Aventín explicaba que al principio, desde la Administración Pública, les “cerraban las puertas en las narices”. Sin embargo, en la actualidad “nos hacen caso, nos abren las puertas e incluso nos preguntan. En dos años ha habido un avance muy importante”. Natalia quiso incidir también en la cuestión de la cantidad de personas que viven su transexualidad en silencio todavía, o que la manifiestan a sus padres pero éstos “no tienen la valentía de afrontar el tema”. “Nos hemos encontrado con casos de padres que nos aseguraban que llevaban hasta un año siguiéndonos, pero no se habían atrevido a contactarnos hasta entonces.” Un año. 365 días que en la vida de un niño que ha de vivir en un cuerpo que no quiere, con el que no se identifica, pueden ser un auténtico calvario.


David Tello, presidente Chrysallis Cataluña, durante su parlamento en las Jornadas Trans del Pride Barcelona 2016 en el Disseny Hub.


David Tello, por su lado, aseguró que “queda muchísimo que hacer, sobre todo en Sanidad”. Todavía la transexualidad es tratada como una enfermedad, una patología, y esta es otra de las cosas por las que asociaciones como Chrysallis luchan por cambiar. “No puede ser que cuando vayamos al hospital tengamos que dirigirnos a una unidad de psiquiatría y que les pregunten si les gusta jugar con muñecas o balones... no podemos someter a nuestros hijos a eso”. También hizo inciso en la necesidad de incorporar la transexualidad en Educación. “Nosotros vamos allí donde nos llaman, sobretodo a escuelas, institutos... pero no damos a basto. Lo que tiene que pasar es que se desarrollen protocolos que incorporen la transexualidad en la Educación de manera transversal. Que desde pequeños se les enseñe qué es y a comprenderlo.”


Tello, haciendo alusión a la frase de la camiseta que los presidentes de Chrysallis llevaban, dijo: “Nosotros no hablamos de disforia de género – en referencia al término que se usa cuando una persona tiene un cuerpo que no corresponde con su identidad – nosotros, una vez hecho el tránsito, hablamos de euforia de género”.


Pero sin duda, Paul Mcintyre fue el que realizó el discurso más personal y por ende, más emotivo y más profundo. Paul es padre de dos niños: un niño cis y una niña trans. En un español con acento muy escocés, explicó su historia personal. Cómo al principio, con los primeros signos de que su hijo no estaba cómodo con su cuerpo de niña, él y su mujer evitaban el tema. “No sabíamos como reaccionar”. Pero después, y gracias a los consejos de una amiga psicóloga, dejaron que si hijo se expresara libremente y fueron descubriendo, aceptando y amando a su hijo. “Son personas que buscan abrirse un camino en el mundo, se enfrentan a límites que pueden ser de su agrado o no. Pero lo que necesitan es nuestro amor. Hemos de dejarles claro que sea cual sea su identidad de género no les hace ni más ni menos importantes.”


Y tenemos que ser conscientes de ello. Comprender y apoyar la transexualidad no sólo ayuda al colectivo trans en su lucha por ser completamente aceptado en todos los ámbitos de la sociedad. También nos ayuda a nosotros mismos. Nos ayuda a ser personas más tolerantes, más felices. Personas que no albergan odio, que aman. Porque todos formamos parte de un todo donde, independientemente de lo que seamos después, primero somos personas.

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